SIMÓN RODRÍGUEZ: HOMBRE SOCIALISTA

El árbol de las 03 raíces integra los pensamientos y obras de hombres trascendentales para la historia latinoamericana y de la humanidad, son ellos: Simón Rodríguez, Simón Bolívar y Ezequiel Zamora. Particularmente, al abordar la vida y obra de Samuel Robinson(Simón Rodríguez), encontramos ideas educativas revolucionaras no sólo para su época, sino que incluso en la actualidad continúan teniendo vigencia y son de gran relevancia para la concreción de un proyecto educativo profundamente transformador desde el punto de vista social. Por ejemplo, planteaba Don Simón Rodríguez, en su escrito de 1791, “Estado Actual de la Escuela y Nuevo Establecimiento de Ella”, la organización de una Escuela de Primeras Letras para la ciudad de Caracas, la propuesta incluye la creación de una escuela que se adapte al tamaño de la ciudad, por lo que se propone la creación de cuatro escuelas pequeñas, una en cada feligresía, atendidas por un maestro y tres pasantes; la asunción de la Dirección le correspondería a uno de los maestros, el director atendería los asuntos administrativos y pedagógicos de las cuatro escuelas para lograr la uniformidad. Se proponía, según este enfoque, la realización de periódicas reuniones entre los maestros, precedidas por el Director, para discutir sobre el quehacer educativo y la sistematización de experiencias, lo cual, evidentemente, se constituye en ideas revolucionarias educativas, pues permite una reflexión sobre los avances y limitaciones y sobre hechos reales que acontecían. Bajo esta perspectiva, cuán interesante nos resulta encontrarnos inmersos, actualmente, en una Maestría Robinsoniana, cimentada en el pensamiento de este ilustre pensador de todos los tiempos, porque entre los propósitos de la Maestría se encuentra precisamente la formación de un maestro robinsoniano, con principios socialistas, para facilitar el desarrollo de potencialidades en los y las participantes del proceso educativo; se plantea, además, la presencia de un magíster robinsoniano en cada cuadra, en cada edificio, una conexión con la comunidad. Vemos, luego, esa correspondencia tan marcada con el pensamiento de Simón Rodríguez y una manejo del saber vinculado a lo que cada quien quiere y sobre todo un apoyo en esa sistematización de experiencias pedagógicas, producto de las reflexiones permanentes de los maestros y de las maestras. Por otro lado, no se puede dejar de mencionar los aportes revolucionarios a la educación popular de este pensador, si se toma en cuenta el régimen colonialista imperante para ese tiempo. Comienza entonces Simón Rodríguez a proponer las bases teóricas y prácticas de una educación social que permitiera los cimientos de una educación republicana, sobre la base de producción de luces y virtudes sociales. De allí la importante influencia en su pupilo, Simón Bolívar, en quien forjó los principios de la libertad, de responsabilidad y de conciencia política, la cual es considerada por el maestro como el medio para materializar el bien común. Simón Rodríguez denuncia los privilegios sociales y prejuicios raciales de la época y aboga por una educación liberadora que forme desde la escuela los(as) republicanos(as), esos ciudadanos y ciudadanas del pueblo, con compromiso social. Esta visión educativa pone de manifiesto el ímpetu de este pensador socialista que aboga por la igualdad, por lo que su lucha social, no sólo sigue vigente sino que se convierte en una inspiración para vencer las dificultades y cristalizar una formación de maestros comprometidos con el cambio y la inclusión social en la educación. Esta maestría robinsoniana se encamina, pues, a la formación de nuevos y nuevas maestros(as) robinsonianos(as), para, bajo el apoyo de las TIC, poder consolidar la formación de nuevos(as) republicanos(as), constructores de patria y de un nuevo orden mundial.
Yumen Zein