sábado, 19 de abril de 2008

DISEÑANDO LA LIBERTAD

MEMORIA CRÍTICA SOBRE CAPITULOS I Y VI DE LA OBRA “DISEÑANDO LA LIBERTAD” DEL DR. STAFFORD BEER

Realizada por Yumen Zein-Juan Figueroa-Morella Castañeda-José Brito y Yanett Marcano

TEMAS Y CONCEPTOS ABORDADOS POR EL AUTOR EN CAPÍTULOS I Y VI

Resulta altamente significativo el enfoque espiritualista con el cual inicia su exposición Stafford Beer. Porque en esencia es eso de lo que carece el mundo contemporáneo, en el cual la economía social maneja poderosos mecanismos que nos impulsa hacia el consumo y nos aleja de la espiritualidad. De acuerdo con lo expresado por el autor, nos mantenemos en una angustia existencial en todos los ámbitos-el hogar, la oficina-lo cual a su vez está en consonancia con la manera en que hemos planificado nuestra economía. Sin embargo, se observan las fallas de la civilización en las enormes desigualdades, la degradación social, violencia y alteración del ambiente. Es este panorama el que rodea a las instituciones (escuela, empresas, oficinas, hogares, ciudades, estado), pero por ser sistemas dinámicos, dado que constan de partes relacionadas entre sí, se puede producir la supervivencia.

Esta supervivencia, tal como lo plantea Beer, dependerá de la organización interna de las instituciones, pues, se señala que estas instituciones sociales se mueven dentro de fases inestables, cuya consecuencia es su propia destrucción. Al respecto, el autor precisa y, al hacer la comparación con el proceso interno de las olas, que las instituciones sociales han sobrevivido por la capacidad de adaptación. Resulta necesario, como lo señala Beer, estudiar la estructura de los sistemas dinámicos capaces de sobrevivir y las condiciones que debe reunir para que continúen siendo estables y adaptables. El sistema en su totalidad tiene demasiados estados posibles, ese número de estados posibles se denomina variables. Y debido a que los sistemas están expuestos a constantes perturbaciones, se recomienda disminuir las variables del sistema. Habla entonces, el autor, por ejemplo, de que la libertad comienza a estar subordinada a la eficacia.

Otro interesante planteamiento del autor es el hecho de que los sistemas dinámicos están en movimiento constante, por lo que cuanto más alta sea su variable mayor será su movimiento, se desprende, entonces, que su estabilidad, dependerá de la complejidad del proceso necesario para recobrar el equilibrio después de cada perturbación. El tiempo que dura dicho proceso será el tiempo de reacción. De allí que Beer haga referencia a lo ineficaz de los organigramas dentro de las organizaciones, cuya única utilidad sea descubrir quien tuvo la culpa. Es que lo importante en la organización es su desenvolvimiento, porque el engranaje incluye conflictos psicológicos, directivos, subordinados, trabajo eficaz, ineficiencia; no obstante y por muy complicado que sea un sistema, la organización desembocará en un estado de productividad final que lo configura. Por lo que la organización tiene un sinnúmero de configuraciones, por ello, se señala que al considerar el número total de configuraciones de conductas posibles se tendrá la medida de complejidad del sistema.

Como se dijo, el número de estados posibles de un sistema se llama variables y las instituciones sociales de nuestra sociedad tienen un alto nivel de variables. Es la razón por la cual existe la aplicabilidad de reductores de variables, y dentro de los reductores se pueden mencionar las instrucciones dadas a los subordinados, que aunque coartan la libertad evita la anarquía y la implantación de normas imperativas incidiendo en la elasticidad. Por esto la recomendación de no aplicar estos métodos. En ese sentido, se plantea que si no se puede conseguir la estabilidad no se pueden proyectar estrategias de adaptación, debido a que faltan métodos de aprendizaje, por lo que si no somos capaces de adaptarnos comenzará la inestabilidad y no podremos evolucionar.

Deben señalarse conjeturas importantes enfatizadas por el autor, primeramente, destacando el principio de realimentación que existe en todos los sistemas, define Cibernética como la ciencia de la organización eficiente. En segundo lugar, precisa que la Variable es la medida de la complejidad de un sistema, definida como el número de sus posibles estados. Finalmente, como Hipótesis establece que el tiempo de reacción de un sistema institucional es más largo que el promedio de los intervalos entre las perturbaciones, dando el resultado de que los sistemas institucionales sean permanentemente inestables, y en vista de que la inestabilidad se realimenta continuamente, puede, al igual que las olas, llegar a ser catastrófica.

Continuando con otros aspectos abordados por el Dr. Beer, es conveniente mencionar la importancia que le da al tema de la libertad en el mundo cibernético; considera el autor necesario para la evolución personal se liberen nuestras mentes de programas implantados en nuestro cerebro, esta liberación debe hacerse, mediante un constante y consciente análisis de las formas por las cuales nuestra variedad personal sigue siendo retringida, por todo aquello que consideramos valioso. Por eso plantea el autor que sólo somos libres cuando estamos abiertos y trazamos proyectos para nuestra libertad.

Por otro lado, señala el autor que el problema de las instituciones reside en la incapacidad para aprender, adaptarse y evolucionar a tiempo, particularmente porque es imprescindible la comprensión para poder ejercer el control. Un sistema bajo control es ultra-estable, es decir, es capaz de adaptarse, sin traumas, a cambios imprevistos. De ahí, continúa, enfatizando el autor que la libertad anhelada debe estar bajo control, lo cual significa que la comunidad debe implantar un modelo regulador en el sistema en el cual participa.

Con respecto a la ciencia, Beer señala dos errores, uno de ellos es la utilización de la misma como instrumento de poder, por eso las fuerzas económicas lo concentran y el otro error es su imagen elitista. Esto explica el hundimiento de la civilización en la ineficacia traducible, a su vez, en problemas de hambre, guerra, educación, etc. La ciencia debe ponerse al servicio del pueblo. Los sistema, por ende, deben proyectarse adecuadamente mediante la eficiencia, para esto se requiere que se dé la planificación de manera continua y adaptable, se hace necesario, además proyectar el futuro. Los sistemas deben hacer análisis que permitan detectar los errores y cómo se puede sobrevivir. El uso de la máquina, de la computadora es necesario para que el pueblo pueda evolucionar, desde el punto de vista personal y dirigir sus propios planes de estudio.

Insiste el autor en que nuestra libertad no es absoluta, está restringida por las limitaciones de nuestro propio cerebro. Y señala que el consumo en masa es una de las formas de opresión y los medios de comunicación facilitan la consolidación de un imperialismo óptico. También es opresión la permisividad que se da a las compañías multinacionales para que utilicen la ciencia y exploten los recursos limitados del planeta en beneficio de los pocos que detentan el poder. Al igual que es opresión el uso del poder militar de la ciencia militar para destruir naciones democráticas.

Ante esta situación, Beer hace un exhorto a utilizar el conocimiento ordenado para remodelar nuestro sistema y obtener la libertad; señala el papel preponderante de los educadores para lograr la renovación de las instituciones educativas y ratifica la reflexión inicial sobre la espiritualidad, haciendo un llamado para practicar el amor, la piedad, la alegría y utilizar el saber.
POSTURA CRÍTICA DEL GRUPO
“Pienso que hoy el mundo está de cabeza y está sufriendo tanto porque hay tan poquito amor en el hogar y en la vida de familia. No tenemos tiempo para nuestros niños, no tenemos tiempo para otro, no hay tiempo para poder gozar con el otro”, estas sensibles palabras de la Madre Teresa de Calcuta resumen y coinciden con la apreciación del Dr. Beer, quien hace referencia a la lejanía que tiene el hombre contemporáneo de la espiritualidad, del amor, de la familia, del contacto con la naturaleza. Realmente, consideramos que el excesivo apego al materialismo y al consumo nos impide, en mucho de los casos, tener una mayor entrega a la familia y a la meditación personal sobre lo que realmente queremos en la vida. Al respecto Batista (2007) señala con acierto: “Estamos en el proceso de formación de una sociedad de relativismo donde los valores no han sido realmente enseñados, ya que todo lo que se ha hecho es establecer normas de comportamiento, y el ser humano busca constantemente cómo llegar a SER, puesto considera que ya ES. En un mundo donde se le ha ido quitando al ser humano su identidad y los símbolos que la reforzaban, los instrumentos de motivación carecen de sentido para sostenerle. Estamos frente al gran impacto de: Un vacío de Identidad.” Es por eso que también creemos en la imperante necesidad que tiene la humanidad de alcanzar una mayor espiritualidad y valoración de la esencia de ser humano. Es precisamente por esa falta de valores como la solidaridad, el respeto, el cooperativismo y el amor, la razón por lo cual, tanto el hombre como la mujer contemporáneos, viven en una compleja angustia existencial que se pone de manifiesto en todos los ámbitos, pero en especial en el familiar y el laboral. En ese sentido es imprescindible reflexionar sobre la forma de vida que llevamos, ya que sólo nosotros (as) somos responsables de nuestras acciones y somos, además un sistema abierto y dinámico, tal como lo expresa Beer. De ahí que resulte necesario que estemos en permanente alerta y revisión de nuestro desempeño en la cotidianidad, en la familia, en el trabajo, en la comunidad, porque tal como lo afirma este significativo autor, la amenaza viene dada por una economía social que nos impulsa al consumo y por esto continúa predominando la violencia, la desigualdad, el hambre y la destrucción.

Dado que el autor aborda un aspecto importante que tiene que ver con la persona y su desempeño en todos los ámbitos de su cotidianidad, es conveniente extrapolar la reflexión con lo que está dándose en el país y que tiene que ver con la Refundación de la República, lo cual conlleva, sin dudas, a un replanteamiento de los valores y del desempeño individual y colectivo. El replanteamiento del desempeño laboral es también necesario, porque las instituciones son sistemas dinámicos que deben generar, para su supervivencia, entre otras cosas, una interacción socio-constructiva entre sus participantes, esto en función de que las organizaciones deben analizarse de manera holística, crítica y cibernética, que permita minimizar o eliminar la entropía del sistema y poder alcanzar la libertad.

Con respecto al enfoque planteado por el autor sobre las variables que impactan a las organizaciones, es conveniente enfatizar que, en consecuencia, también lo hacen con los miembros que la conforman, y para evitar que se produzca la anarquía, los miembros deben estar alertas a los cambios. En el caso de nuestra Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, se viene dando también un proceso de adaptación a las transformaciones que se están suscitando en el país, esto ha conllevado a que parte del personal, busque ponerse en sintonía con algunos de los programas que se están desarrollando, para responder y contribuir con la concreción de políticas de Estado bien delineadas. Es así como la UNESR ha venido respaldando, por ejemplo, la Misión Ciencia, a través de la alfabetización tecnológica que se viene impartiendo a las comunidades, desde los diferentes núcleos. Desde esta perspectiva, se explica, entonces, cómo los cambios externos, reducen su impacto, cuando son adoptados por los miembros y se desarrolla una adaptación que facilita la supervivencia y el dinamismo señalados por Beer. Es en ese sentido, cómo se demanda de los miembros de las instituciones se propicie un proceso de integración y reflexión sobre el acontecer nacional e internacional, para apoyar la transformación y evitar se produzca el rechazo ciego, los conflictos psicológicos y la inestabilidad.

De los planteamientos de Beer, se deduce que la relación dialéctica forma parte de la complejidad de los sistemas organizacionales y dado que coexisten el orden y el desorden, se debe buscar el equilibrio, a pesar de las constantes perturbaciones y reajustes, por lo que tal como lo señala el autor, debe darse un adecuado uso del conocimiento, al respecto, el talento humano desempeña un trascendental rol en el logro de la estabilidad organizacional. Se impone un nuevo escenario, un nuevo ámbito de actuación organizacional y así lo propone Corredor (2007) cuando expresa que “… los temas de la Ética, la Responsabilidad Social, el Gobierno Corporativo, la Transparencia y la Ecología, significan profundos ajustes en los modelos y estrategias gerenciales que han venido utilizando las organizaciones contemporáneas.” Evidentemente, son los miembros de la organización quienes deben prepararse y adecuar la implantación del conocimiento científico para el abordaje de situaciones inestables. Esta preparación facilitará que se desarrollen altos niveles de adaptación a los cambios y permitirá que se alcance controles para que continúe funcionando el sistema. Así, se deben en las organizaciones delinear de manera permanente proyectos flexibles, desde la cibernética, para poder aprender, responder y adaptarse a tiempo, se implantaría de esta forma un modelo regulador en todos sus niveles.

Lo anterior reafirma que las organizaciones no son entidades, sino sistemas dinámicos organizados, dado que constan de partes relacionadas entre sí; son, por ello, las personas, quienes con su desempeño y evaluación permanente pueden propiciar la estabilidad en momentos en los cuales se producen cambios bruscos. Por eso debe existir en las organizaciones, por parte de sus miembros, evaluaciones de las realidades internas y externas, esto se da a través del diálogo, del trabajo en equipo, del aprendizaje compartido y del compromiso laboral y colectivo. La estabilidad organizacional y la libertad sólo se alcanzarán en la medida en que se respete a los miembros y se tomen decisiones colectivas; se garantizará en consecuencia un funcionamiento organizacional colectivo, crítico, permeable, abierto al cambio y dispuesto a desaprender y a aprender para lograr una mayor adaptación.

En el caso concreto de nuestra Universidad y para que funcione como una organización dinámica, se plantea la necesidad de que se deslastre de tecnicismos burocráticos, dogmas, clientelismos y decisiones unipersonales, es necesario, tal como lo propone el Dr. Beer, se realicen planificaciones viables, aprovechando la ciencia, la cibernética, la tecnología, el talento humano para poder en verdad Refundar la Universidad, sólo así se puede corresponder al principio propuesto por el autor cuando señala que la planificación debe ser continua, flexible y adaptable a los constantes cambios. Se tiene entonces que las organizaciones se constituyen en sistemas que por estar inmersos en ambientes dinámicos y cambiantes, deben tomar los aportes derivados de la cibernética y de la tecnología de la información, además debe hacerse énfasis en el enfoque sistémico (entrada, proceso, producto, retroalimentación y control) para garantizar la supervivencia en medio de climas precipitadamente cambiantes y en ocasiones hostiles. En el caso de los cambios que se están dando en todos los órdenes, en el país se hace perentorio se solidifique una mayor vinculación entre las organizaciones y su entorno (las comunidades), lo que dará a la institución un carácter social y de mayor compromiso.

De esta manera, se plantea un cambio de paradigma y se demanda un incremento de la reflexión y del compromiso individual y colectivo. Precisamente, coincidimos con el autor cuando propone que se emprenda un proceso de liberación, mediante el análisis constante. Porque cómo lo expresa, la libertad personal está supeditada a la libertad de pensamiento; pero esa libertad en muchos casos está secuestrada por el impacto de los mensajes que nos llegan de instituciones sociales. Al respecto, señala Pasoni (2006) haciendo referencia al Principio del Placer, cómo esta práctica nos impulsa hacia el consumismo y la valoración suprema de situaciones relacionadas con el sexo, la buena vida, la diversión, el culto al lujo, y nos sumerge en el capitalismo salvaje. Pero, no sólo esta situación nos coarta la libertad, también lo hacen otras prácticas opresivas como las señaladas por Beer; quien hace serios señalamientos a la invasión y exterminio de recursos que hacen devoradoras empresas multinacionales y también nos oprimen acciones vandálicas genocidas, como las llevadas a cabo por los Estados Unidos, cuando en nombre de la falsa lucha contra el terrorismo, lesionan los derechos humanos de mujeres, niños y hombres del hermano pueblo de Irak, ante la mirada cómplice y silenciosa por parte de otros países.

Afortunadamente otro mundo sí es posible y ya los pueblos de América están avanzando hacia la liberación, comenzó en la República Bolivariana de Venezuela y se continúa extendiendo hacia otros países, los pueblos están despertando y el camino hacia la libertad de pensamiento se ha emprendido. Y es la Educación, son las escuelas, las universidades, los docentes, como lo señala el autor, los llamados a propiciar el cambio hacia la espiritualidad, hacia el adecuado uso de la ciencia y hacia la libertad. De la renovación de las instituciones, en especial de las educativas dependerá la construcción de un nuevo orden, de un mundo más igualitario, más sólido. Las sociedades están conformadas por organizaciones y en ellas interactúan personas, su liberación mental es la clave para alcanzar una plena libertad, una libertad para la construcción de un mundo más humanizado y por ende más pacífico. Finalmente, nos permitimos cerrar estas reflexiones con una inspiración de Noam Chomsky quien, hablando de Latinoamérica, expresa: “Si asumes que no hay esperanza, garantizas que no habrá esperanzas. Si asumes que hay un instinto hacia la libertad, que hay oportunidades para cambiar las cosas, entonces hay una posibilidad de que puedas contribuir a hacer un mundo mejor, esa es tu alternativa.”

Referencias Bibliográficas:
http: //maestriarobinsonianana.unesr.edu.ve/moodle/file.php/31/Biblioteca_de_la_unidad_I
Miguel Posani, “Placer y revolución”, Revista A plena Voz,Nº 22, Caracas,2006.
Yleana Corredor, “La Gestión del Talento:clave del nuevo modelo de sociedad contemporánea”, Revista Gestión Humana, Nº 24, Caracas 2007.
José Batista, “Responsabilidad social y los recursoshumanos sostenibles”, Revista Gestión Humana, Nº 24, Caracas 2007.




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