sábado, 12 de julio de 2008

MAESTRO ROBINSONIANO

República Bolivariana de Venezuela
Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez
Maestría en Educación Robinsoniana Curso: Visión Emergente de la Educación en el Ámbito Socio Político Contemporáneo




PERSPECTIVA PEDAGÓGICA DEL MAGISTER ROBINSONIANO BAJO EL IDEARIO DE SIMÓN RODRÍGUEZ


Autor: MSc. Juan A. Figueroa Carreño

RESUMEN

El presente artículo expone una serie de reflexiones sobre la necesidad de contar con un nuevo(a) maestro(a): el Maestro(a) Robinsoniano(a); considerando, especialmente, los cambios que se están promoviendo en la Universidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez”, sobre los cuales, se pretende abrir el pensamiento educativo hacia la formación del nuevo republicano que requiere el país. Constituye en ese sentido, el ideario educativo de don Simón Rodríguez, al igual que la Constitución Bolivariana y el Diseño Curricular, importantes fuentes de inspiración para la formación de un docente que trabaje como investigador, que se involucre, permanentemente, con las organizaciones sociales y pueda contribuir con la solución de sus problemas. En esencia, se propone la formación de un docente robinsoniano, que utilizando la pedagogía de los sentimientos pueda sembrar la conciencia social, para facilitar la apropiación de los saberes, el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones, y procurar, mediante la interacción de los sujetos pedagógicos la concreción de una mejor calidad de vida comunitaria.


Hacia el nuevo Rumbo

El modelo político de país que se viene construyendo en Venezuela, con la ascensión al poder del presidente Hugo Chávez, desde diciembre de 1998, se identifica, de acuerdo con la nueva historiografía, como la V República. Esta República surge bajo la inspiración robinsoniana del Monte Sacro, lugar donde Bolívar jura ante su maestro la libertad de la patria: “Juro por mi honor y juro por mi patria, que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español”; de manera que la construcción en marcha de la nueva república está respaldada por las coordenadas que le brinda la novísima Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y por el impulso de las luchas independistas que inspiran el pensamiento y la obra de insignes patriotas como lo son Simón Bolívar y Simón Rodríguez. Venezuela define, así, su nuevo proyecto de sociedad inclusiva, mediante la construcción de una nueva ciudadanía y de una educación integral para formar al nuevo republicano. Proyecto de país, producto de una decisión tomada bajo el consenso de las mayorías y sin las ataduras que históricamente habían secuestrado su vida republicana.

El proceso que se está dando en el país, es un proceso que se redefine permanentemente en la acción, es inacabado, cambiante, se replantea en los resultados; no es un proceso planeado desde los oficinas del Banco Mundial, ni del Fondo Monetario Internacional, mucho menos desde Washington; es un ensayo democrático profundamente dinámico, imprevisible en sus resultados inmediatos, a veces contradictorio, con experiencias y errores costosos, pero con evidencias, cada vez más claras, de que se está caminando en la dirección convenida, a buen destino. Se está claro, además, de que en el intento de despegar el país hacia nuevos derroteros está al acecho un enemigo que desde el mismo país o del extranjero juega al golpismo y al saboteo, por lo que se lucha contra las lacras del sectarismo, la corrupción, el burocratismo, el amiguismo, la impunidad y el oportunismo, la lucha es contra los arribistas disfrazados de revolucionarios y bolivarianos.

Por otro lado, es importante destacar que sin negar nuestra condición interdependiente con el mundo, por mucho tiempo, la aculturización nos hizo perder nuestros contextos como sujetos nacionales (CRBV, 1999), sometiéndonos a permanentes transposiciones de pensamientos ajenos, con una ciencia prestada, con unas miradas extrañas y unos valores diferentes a nuestra idiosincrasia. Así se impusieron reformas educativas de influencia francesa, norteamericana y, de más reciente data, española, con modelos de planificación y acciones provenientes de otras latitudes. Fueron paradigmas y gramáticas impuestas por la fuerza de una particular cooperación, cuya ayuda económica, igual había que pagar, pero a precios muy altos por su retorno financiero y el profundo fracaso educativo.


Este proceso de homogenización desde los centros de poder nos llevó a sustituir lo propio y diverso por lo extraño y estandarizado, porque nuestros ojos y cerebros miraban y pensaban desde una concepción alquilada que decretaba la innovación y modernización de nuestros sistemas educativos como verdades que no se discutían responsablemente en escuelas ni liceos, incluyendo nuestras pensantes universidades. Los sensibles gremios magisteriales, muy eficientes cuando de acciones sindicales por mejoras socioeconómicas se trataba, también permanecieron silenciados a cuenta de los privilegios que les reportaban las cuotas sindicales que contribuían a mantenerlos atornillados a una inamovilidad laboral.

Afortunadamente, este nuevo modelo político, este proyecto de país que paulatinamente se está construyendo, también está dando sentido a la educación y ésta, a su vez, da significado a la política, porque la educación es la dimensión con más carga ideológica que pueda existir en la sociedad. Planteaba Simón Rodríguez (citado Lasheras, 1994 p. 304) “la mayor fatalidad del hombre, en un estado social, es no tener, con sus semejantes, un común sentir de lo que conviene para todos. La Educación Social remediaría este mal.” Es por esto que la Educación desde, el nivel Inicial hasta el Universitario, debe tener como propósito fundamental el desarrollo integral de los sujetos-aprendientes, de su mente, de sus manos para el trabajo, de su cuerpo para la salud física y mental, de su espíritu para el trabajo, para la creatividad y la inventiva. La Educación debe, en conclusión, propiciar la construcción de saberes significativos, lograr consolidar la soberanía cognitiva y el fortalecimiento del nicho afectivo-valorativo, donde encuentran sentido los aprendizajes académicos y los saberes populares y comunitarios.

Por ello, el llamado es a la transformación de la escuela venezolana, y su rescate como el espacio público, para que se produzcan verdaderos encuentros de saberes y de convocatorias comunitarias; esto pasa, necesariamente, por disponer de un educador responsablemente preparado, que tenga conciencia crítica y formación profesoral para la tarea ciclópea de formar ciudadanos integrales que propendan a la construcción de una sociedad inclusiva. De allí la importancia de formar un nuevo docente comprometido políticamente, no sólo con el proyecto de nación, sino también con la conformación de una América unida, Según Rojas (2006):


El currículo inclusivo que da sustrato a la formación integral del sujeto-aprendiente pasa entonces, porque en su concepción, organización de saberes y prácticas pedagógicas, este presente su carácter pluriétnico y multicultural de país andino, caribeño y amazónico; que considera su condición de país estratégicamente ubicado en la cuenca del mar Caribe y entre dos subcontinentes americanos, poseedor de las reservas de hidrocarburos probadas más grandes del mundo, lo cual lo hace privilegiado económicamente pero vulnerable en la geopolítica imperial del neoliberalismo (p. 40).


Este currículo se hará elástico, flexible y pertinente si sus contenidos, a lo largo del continuo humano, responden a las contextualizaciones del equilibrio que debe existir en el entorno educativo. De allí su carácter abierto, flexible, integral y contextualizado con la realidad local, regional, nacional latinoamericana y mundial. Al respecto, debe precisarse que en las Líneas Estratégicas de Acción para 2007-2013, se plantea la consolidación de Venezuela en el plano internacional, por lo que su política exterior está orientada a la conformación de un nuevo orden mundial, un mundo multipolar, más humanizado y respetuoso de los derechos humanos. Por ello, se requiere una educación orientada a lograr la participación de todas y todos en la construcción de un mundo más esperanzador. De esta manera, se debe contar con un currículo inclusivo que deje de ser teórico, declarativo y retórico, para convertirse en instrumento de inclusión de saberes, que sean transformadores y al servicio del hombre y la república. Asimismo se empieza a romper la tendencia fragmentaria del conocimiento, pues, ahora, éste se hace contextualizado, transversalizado y compatible con el proyecto de hombre y sociedad definido en nuestra Carta Magna.

El currículum, cualquiera sea su nivel o modalidad, se ha venido definiendo, en tanto que da cabida y encuentro con todos los saberes, tanto académicos como populares y comunitarios, codificables en una educación del continuo humano. Por esto, se constituye sobre la base del pensamiento de Simón Rodríguez (citado por Lasheras, 1994 p 105), en la que el maestro sostiene que la educación: “es un principio innegable, y tan universalmente recibido hoy que no necesita de pruebas, que las Leyes deben velar sobre la doctrina de las escuelas públicas”. Por tanto la Educación Bolivariana, que se define como un proceso político y socializador, debe procurar que se generen las relaciones entre la escuela, la familia y la comunidad; también se propone en el nuevo sistema bolivariano la defensa de la interculturalidad y la práctica del trabajo liberador. Es por esto indispensable contar con una gestión escolar que haga del sujeto-aprendiente su centro, por lo que la nueva escuela bolivariana, centrará la educación del sujeto pedagógico, considerando los diversos contextos. Para Rojas (2006):

La Educación Bolivariana se sustenta en la concepción de Educación como Continuo Humano, concepto con el cual la Revolución Bolivariana asumió el paradigma de la “Educación a través de toda la vida; Toda la Patria una Escuela y Educación en todo momento y en todas partes”, el cual transforma las bases del desarrollo educativo nacional, que ocurre con una dinámica creadora que responde a las condicionantes históricas para un desarrollo endógeno, delineadas por la Constitución Bolivariana que el pueblo venezolano se diera con el Proceso Constituyente (p. 18)


En este sentido, la educación en todos sus ámbitos se enfoca desde una cosmovisión que traspasa sus fines y objetivos, campos y fronteras. Asimismo, lo hace con sus componentes y expresiones objetivas como la escuela, el sujeto-aprendiente y educable, el sujeto-enseñante y educador, la planificación y evaluación, el currículo, la gestión, la planta física, la biblioteca, la formación docente, la comunidad de padres y representantes, los contextos pluriétnicos e interculturales, etc. Todos ellos se asumen también desde sí y por transverzalización con las dimensiones que producen los desequilibrios. Desde este cruce se generan nuevas significaciones que posibilitan una mayor comprensión de la realidad pedagógica y educativa del país. Por esta razón, el desarrollo educativo no puede enfocar ni abordarse desde las políticas públicas a partir de su clásica visión fragmentaria y desconectada de sus múltiples contextos y referencias.

La educación tiene sentido, trascendencia y propósito, si recibe el sello simultáneo de “valor real”, por ejemplo, de la seguridad social de la familia, el beneficio del empleo seguro, el disfrute de una vivienda propia y digna, la certeza de la seguridad pública, el orgullo de mostrar una ciudadanía venezolana que exhiba soberanía, independencia plena y autodeterminación como país respetable y respetado. Es así cómo nuestro Simón Rodríguez citado por MPPE ( 2007) sostenía que "Educar, es enseñar al hombre a tratar con las cosas e infundirle ideas sociales esto es: enseñarle una industria que asegure su subsistencia, y una moral que regule sus relaciones con los demás" (p. 5).

La Educación por sí sola, a pesar de sus actividades bien encaminadas y expresiones de buena voluntad, no será capaz de mover el enorme piso de la exclusión escolar y la injusticia social, sino se corrigen paralelamente los desequilibrios sociales, políticos, económicos, territoriales e internacionales. La educación es una síntesis de equilibrios, ella no posee autonomía en la soledad de sus acciones, sino que está articulada a los efectos complementarios de los aportes provenientes de la sociedad, la familia y el Estado. En razón de este enfoque plural y de acciones mancomunadas, la educación venezolana puede mostrar un rostro diferente y en permanente mejoría comparado con lo observado en 1998, sin obviar que los procesos de transformación en su etapa de transición son lentos, difíciles y apremiantes.

Es así como las nuevas políticas del Plan Septuanal 2007-2013 consideran a la educación como el fundamento para el modelo de equilibrio, cuyos objetivos y estrategias para su logro, conllevan estimar los componentes estructurales antes indicados y la concepción de una nueva escuela, establecimiento expresado a través de dos grandes mecanismos de transformación: los proyectos bandera y las misiones, los cuales van configurando la arquitectura de un sistema educativo inclusivo inspirado en la Carta Magna y en las lecturas que la realidad venezolana deja traducir.



Currículo Basado en el Enfoque Crítico-Humanista-Social

En la perspectiva de una democracia para todos y de todos, la educación de calidad se asume como un derecho humano y un deber social de toda persona, sin discriminación de ningún tipo, haciendo particular énfasis en los sectores más vulnerables que han sido ignorados históricamente; de allí la pertinencia de la equidad como principio ético político. La escuela venezolana, por tanto, para que sea efectivamente de calidad tiene que tener como propósito fundamental el desarrollo integral de los sujetos-aprendientes, de su mente, de sus manos para el trabajo, de su cuerpo para la salud física y mental, de su espíritu para el trabajo, para la creatividad, la inventiva y, por supuesto, ser dotados del mayor dominio de instrumentos posibles para lograr la soberanía cognitiva y el fortalecimiento del nicho afectivo-valorativo, donde encuentran sentido los aprendizajes académicos y los saberes populares y comunitarios.

El enfoque curricular basado en el perfil Humanista está referido a la formación de un ser integral que sea capaz de vivir y convivir en armonía, superar la individualidad, apreciar el ambiente y los recursos naturales, ser emprendedor y generador de ideas innovadoras, para tratar de construir una sociedad equitativa y justa. Se demanda un enfoque curricular que procure un proceso de aprendizaje, que permita al sujeto-aprendiz su participación en el desarrollo local, regional, nacional, latinoamericano y del Caribe. Cabe destacar el pensamiento humanista de Simón Rodríguez (citado por Lasheras, 1994, p.303) “los hombres no están en sociedad para decirse que tienen necesidades, ni para aconsejarse que busquen cómo remediarlas, ni para exhortarse a tener paciencia; sino para consultarse sobre los medios de satisfacer sus deseos, porque no satisfacerlos es padecer.”

Este nuevo enfoque está centrado en competencias integradas concebidas como el conjunto de: valores, habilidades, cualidades, conocimientos y actitudes requeridos por el ser humano como parte de un colectivo, con miras a su participación protagónica en el desarrollo del país,al respecto señala Martí (2001, p.8) “la unidad de lo sensible y lo racional es un método para depositar la creatividad, la independencia intelectual y la inteligencia.” Por tanto, este Diseño Curricular debe conducir al fortalecimiento de estas competencias, a razón de cuatro pilares básicos, que según señala Delors (1996) quedan establecidos de la siguiente manera, en primer lugar, Aprender a Ser, lo cual implica desarrollar la personalidad para actuar con una cada vez mayor capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal. En segundo lugar, Aprender a Saber, quiere decir esto conocer, compaginar una cultura amplia con la posibilidad de estudiar a fondo algunas materias, y aprender a aprender para poder seguir este proceso a lo largo de toda la vida. Se tiene como tercer pilar Aprender Hacer, de manera que se puedan afrontar las diversas situaciones que se presenten; y, finalmente, Aprender a Convivir, a vivir juntos, conociendo y comprendiendo mejor a los demás, al mundo y a las interdependencias que se producen a todos los niveles.

Entonces, la Educación queda caracterizada por los siguientes aspectos:
• La Universalización: visión holística de la educación que considere la geopolítica nacional e internacional.
• La municipalización: es la integración de los procesos educativos al proyecto comunitario.
• Igualdad: la toma de decisiones debe considerar a todos los sectores que conforman la comunidad educativa.
• Equidad: acceso de la eduación sin ningún tipo de discriminación.
• Solidaridad: apoyar y defender el proyecto educativo
• Flexibilidad curricular: capaz de adaptarse y adecuarse a los cambios nacionales e internacionales y a la diversidad de modelos pedagógicos.
• Movilidad interinstitucional: la acción institucional debe adecuarse a la dinámica interinstitucional
• Pluridisciplinariedad: los procesos académicos deben considerar las diferentes áreas del saber de la humanidad.
• Transdisciplinariedad: se debe siempre buscar nuevos paradigmas
• Multidisciplinariedad: las unidades curriculares articuladas
• Pertinencia Social: los procesos académicos deben estar en correspondencia con las demandas sociales del entorno, de las comunidades y a los lineamientos del proyecto de país.
• Calidad: excelente producción en el desarrollo práctico del conocimiento. Mejoramiento continuo de los elementos del currículo en sus funciones académico-administrativas relacionadas con docencia, investigación, estudiantil y humana, con valores éticos y morales.
• Integración teoría-práctica: promover la integración de núcleos de saberes transdisciplinarios durante el proceso de formación.
• Corresponsabilidad: compartir la responsabilidad en función del colectivo
• Cooperatividad: es integrar la disposición personal en función de un colectivo.
• Actualidad: Debe incluir el proceso de auto revisión para adaptarse a los cambios constantes.
• Andragógico: relación compartida de actitudes, responsabilidades y compromisos hacia logros y resultados exitosos. Crear sus conocimientos de acuerdo a sus propias vivencias.
• Ecológica: defender y proteger el medio ambiente en la relación de los seres vivos con el mismo.
• Transversalidad: los programas de los cursos y experiencias educativas, en los planes de estudio, estén encaminados al logro de los fines propuestos por medio de los ejes estratégicos. Y Participativa porque trasciende a los actores del hecho de formación en todos sus espacios, comunidades sociales, industrias e incorpora los saberes y conocimientos tanto de comunidades, industria, productores, obreros, estudiante, administrativos y docentes.

Los aspectos antes mencionados constituyen los principios fundamentales que deben orientar la implantación de nuevos modelos educativos, para que en el caso concreto de Venezuela, se continúe encauzando por nuevos rumbos los destinos de la patria.




La incorporación de la tecnología en Educación Bolivariana Venezolana

Es necesario construir un nuevo paradigma, donde lo humanístico prevalezca sobre las concepciones tecnocráticas. Una educación que tenga su arraigo en las necesidades de las comunidades derivando de allí los contenidos programáticos, involucrando de este modo a las Escuelas y Universidades con la comunidad como un todo armónico incluyente. La fundamentación teórica de la educación la ubica dentro del Paradigma Emergente, bajo una nueva concepción sociocrítica y humanística. Pero además de ello, se necesita contar con un paradigma de orientación constructivista hacia el desarrollo endógeno sostenible de carácter inter y transdiciplinario, un paradigma centrado en la corresponsabilidad Socioterritorial, enmarcado en una concepción andragógica y en el contexto de la educación permanente.

Estos señalamientos, están concebidos en la nueva educación venezolana; pero debemos adecuarnos a las realidades de la globalización, con estricto apego a nuestra soberanía, por ello, se justifica la apropiación de las innovaciones tecnológicas que vienen pisando terreno en el área de la educación, desde el nivel de Educación Inicial hasta los recintos universitarios. No puede negarse, que con los nuevas tecnologías surgen intenciones revolucionarias que promueven cambios en la esencia de la pedagogía educativa, en este sentido, señala Cabero (1988): No cabe la menor duda que uno de los hechos que está cambiando en forma radical nuestra cultura occidental, es la aparición de la tecnología de la información y comunicación en los diferentes ámbitos de la sociedad, desde la sanidad hasta el mundo empresarial, desde el ocio hasta la bellas artes, o desde la genética hasta la formación, sea ésta abierta, reglada o flexible.(p.52)

Sin embargo esta misión de las nuevas tecnologías, llena de buenas intenciones, no ha sido tarea fácil en los ambientes educativos. La inercia de lo tradicional, la resistencia al cambio, la velocidad de crecimiento de las tecnologías vs. el proceso de imitación del uso de las mismas, el miedo a lo desconocido, la falta de formación docente y los mitos tecnológicos, han hecho difícil y confusa la tarea de demostrar las bondades de las tecnologías, su razón de ser y su esencia como herramienta poderosa que ofrece diversas posibilidades que, sin ella, eran imposible de alcanzar en los ambientes educativos. Paradójicamente, las Universidades, las Escuelas, los Docentes, Investigadores y Comunidades en general están preocupados por comprender cuál es el papel, las implicaciones y la responsabilidad que se deben asumir en el reto de incorporar las nuevas tecnologías en ambientes educativos. (Nieva, 2001).

Al incorporar las nuevas tecnologías a cualquiera de los ambientes (empresarial, académico, científico, comunitario, entre otros), se inicia el proceso de desarrollo y maduración que permite comprender y apropiarse de las mismas. Se requiere, no obstante, de tiempo para asimilar cambios, entrar en una nueva “cultura tecnológica” (de Llano, 2000) y dominar el uso de estas herramientas. Con respecto a la educación latinoamericana, se viene arrastrando una falta con respecto a la creación de una cultura de formación docente continua (Darías, 1999), esta situación se impone ante el cambio, lo hace lento y dificulta brindar nuevos caminos que vayan de la mano con las exigencias del mundo de hoy.

Es por esto que las escuelas y comunidades deben integrarse y trabajar en equipo sinérgico, para elevar la calidad de la educación, dado que no basta con la intención legal del estado docente. Además, cualquier intento de mejorar para construir una Educación Bolivariana de calidad, debe incluir como estrategia básica un plan de formación integral y continua del recurso humano. Es decir, preparar a los líderes comunitarios, docentes, trabajadores sociales, miembros de la comunidad para ser agentes motores hacia el cambio. Lo cual implica involucrarse de lleno con el uso adecuado social y productivo de las tecnologías. Los docentes desde Educación Inicial hasta Superior deben actualizarse, sobre los nuevos paradigmas educativos tecnológicos que permitirán formar el nuevo republicano, un republicano consciente del desarrollo y con una participación sustentada en valores, sentimientos, actitudes, quiere esto decir en relaciones afectivas signadas por la cooperación y la solidaridad.
La Universidad Simón Rodríguez nace del Pensamiento Robinsoniano

La Universidad Simón Rodríguez surge bajo la orientación del ideario educativo del maestro Simón Rodríguez, como una necesidad de atender a numerosos venezolanos, teniendo como norte la formación académica a partir de la Educación a distancia. El enfoque robinsoniano está plasmado en la Visión, Misión y Valores que definen la Universidad. Puede, entonces, precisarse una Institución orientada a la búsqueda de la verdad y al afianzamiento de los valores transcendentales del hombre, con una Misión, Compromiso y Valores que han contribuido a la búsqueda de la excelencia y calidad de vida del venezolano. A continuación citamos sus importantes premisas:

Visión de la UNESR

Hacer de la UNESR una Institución global, de vocación, integracionista y latinoamericana, abierta a los cambios, flexible, innovadora, andragógica y de excelencia, que promueva y practique la libertad de pensamiento y acción, fomente la participación y la profundización de los valores éticos democráticos, que permanezca en la búsqueda constante del desarrollo sostenido y armonioso de la sociedad y el individuo y esté profundamente comprometido con el desarrollo de la comunidad.

Misión de la UNESR
La UNESR tiene como Misión fundamental la búsqueda, generación, aplicación y difusión del conocimiento y el afianzamiento de los valores trascendentales del hombre y la sociedad.

Valores de la UNESR
La UNESR asume valores que la caracterizan y determinan las orientaciones para el desarrollo de las actividades en todo el ámbito institucional y de los miembros de la comunidad.

Pertinencia
Como parte de la comunidad, la Universidad actuará siempre en función de una profunda responsabilidad y compromiso con su entorno, contribuyendo al análisis científico, la acción tecnológica y la orientación ética en armonía con sus necesidades de desarrollo y crecimiento en el ámbito institucional y de la persona.

Excelencia
Un valor primordial que orienta la vida del hombre es la búsqueda de la superación de sus condiciones actuales de vida, tanto intelectual como social. Es el nivel de calidad de todos sus procesos y acciones en el desarrollo de su misión universitaria, que conlleva a exigencias cualitativas del desempeño de todos los integrantes de la comunidad educativa.

Calidad de vida
Es preocupación de la Universidad que el mejoramiento continuo de la calidad de vida tanto en el ambiente interno como en el entorno alcance su máximo nivel, actuando y gestionando su misión institucional con la participación conjunta de los participantes, facilitadores, su personal administrativo y la comunidad.

Naturaleza
Un compromiso obligatorio de la Universidad, en todas sus instancias y acciones, es la conservación de la naturaleza, como un bien colectivo que permite la existencia de la vida humana y cuya destrucción y deterioro ponen en riesgo el desarrollo sustentable como única alternativa para la supervivencia del hombre.

Ética
La conformación de una conciencia humanística de respeto al trabajo, amor a la naturaleza y dignificación del hombre constituye la fuerza moral que guía la actuación de la Universidad en todas sus esferas, de tal forma que se preserve el comportamiento integro observado por la comunidad, en su vida familiar, profesional y social.
Creatividad
La búsqueda y generación de nuevas soluciones en todos los ámbitos y actividades de la Universidad, es el factor que guía las acciones de la comunidad, orientada por sus valores, hacia la creación de manifestaciones genuinas en las áreas del arte, la ciencia y la tecnología.

Cooperación
Como parte de la comunidad, la Universidad actuará siempre en función de una profunda responsabilidad y compromiso con su entorno, contribuyendo al análisis científico, la acción tecnológica y la orientación ética en armonía con sus necesidades de desarrollo y crecimiento en el ámbito institucional y de la persona.

Compromiso
La Universidad asume con responsabilidad el pacto social con los actores internos de la institución y con el entorno regional y nacional-global de formar recursos humanos, impulsar decididamente la investigación y desarrollo, extensión y producción de bienes y servicios en beneficio de la comunidad, con profundo sentido ético de servicio y de pertinencia, contribuyendo al modelo de sociedad deseable.

Solidaridad
La Universidad asume la solidaridad como el desarrollo del sentido de identidad y pertenencia, el respeto de las necesidades y derechos de las personas e instituciones, y su participación en la solución de los problemas por vía del aprendizaje, la investigación y la asistencia técnica.








El Magíster Robinsoniano formado desde la Universidad Simón Rodríguez

En el marco de la Refundación de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, el Doctor Manuel Mariña Muller enfatiza la necesidad imperiosa de rediseñar la Universidad y orientarla, fundamentalmente, a la satisfacción de las necesidades de la emergencia social y a la incorporación a la educación, de la llamada población excluida. Para ello propone establecer las estrategias idóneas que permitan dar inicio a un proceso de conducción universitaria de acuerdo con los postulados de un nuevo paradigma organizacional. Se pretende así, promover un modelo organizacional que, dentro de las carreras de Administración y Educación, privilegie la actividad educativa y comunitaria de la UNESR, en el marco de la promoción de los propósitos universales del bienestar social: vivienda, trabajo, salud, educación, esparcimiento, alimentación, información, energía, comunicación y ecología humana.

En este orden de ideas, se esboza una serie de lineamientos para construir la imagen prospectiva de una organización que permita lograr la sinergia, a partir de la integración de la universidad con los Consejos Comunales, en una estructura que potencie el conocimiento de los participantes en función de sus logros y del desarrollo económico y social del país. Esto significa redimensionar una organización con transparencia de actores y procesos, interconectada al usuario y capaz de adaptarse, con excelencia, al acontecer y a las nuevas exigencias de la dinámica socialista venezolana.

El nudo crítico que constituye el aspecto nuclear de la problemática planteada es la incapacidad del actual sistema de Educación para responder a las necesidades, deseos y aspiraciones de la totalidad de la población excluida. En consecuencia – destaca el Doctor Mariña “Se hace imprescindible establecer las acciones que nos permitan avanzar, sin pérdida de tiempo, hacia la consolidación del propósito de cambio que significa el logro de un país sin exclusión educativa.

En línea con lo expresado anteriormente, el proyecto REFUNDACIÓN UNESR, dentro del nuevo paradigma organizacional que se propone, constituye la plataforma para insertar a nuestra casa de estudios en la nueva dinámica de cambios y proponer los lineamientos para el inicio de un diseño estructural que, en el ámbito universitario nacional permita responder con éxito a las exigencias que, en materia educativa, han sido establecidas por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999).

Mediante el desarrollo de tres proyectos educativos, la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR) avanza en la refundación y transformación de su sistema educativo, a fin de incorporarse al proceso de cambios sociales del país. El rector de la UNESR, Manuel Mariña, ha iniciado, así, el proyecto Simón de los Pueblos, el cual se desarrolla bajo la premisa de que la universidad va a la casa del estudiante, en contraposición al clásico esquema universitario donde el estudiante va a la universidad. Para el Rector, dicho proyecto se lleva a cabo sobre la base de dos planes fundamentales denominados Ciudad Robinson y Maestría Robinsoniana. Asimismo, explicó que el proyecto Ciudad Robinson está conformado por una plataforma tecnológica para apoyar la educación a distancia.

De acuerdo con lo propuesto por el ciudadano Rector Sobre la base de la utilización de las nuevas tecnologías, será posible ampliar la oferta académica en todo el país, con calidad y excelencia. Igualmente, ha especificado que el proyecto Maestría Robinsoniana tiene que ver con la creación de un nuevo educador, «quien tendrá el objetivo de guiar, más que dictar clase con tiza y pizarrón».

El Magíster Robinsoniano, en ese sentido, debe ser un facilitador social comunitario, según Grande (2004), donde los participantes deberán ir avanzando en su proceso educativo con sus diferencias, logrando los conocimientos de las distintas disciplinas teórico-prácticas establecidas del currículo oficial, a través del aprendizaje comunitario. Este nuevo maestro debe estar integrado a su grupo social primario e implementar técnicas comunitarias de investigación, relacionadas con Plan de Estudio, para dar forma a una progresista metodología de aprendizaje a través de la preparación, planificación e implementación de proyectos para la solución de los problemas de la comunidad y del entorno social. Se plantea, así, una nueva concepción de la Universidad como centro de acción y concreción comunitaria. Se propone un cambio del enfoque de un claustro que obliga a los participantes a adaptarse al sistema educativo y a los facilitadores a enseñar contenidos y procedimientos curriculares rutinarios y monótonos, para dar paso a un nuevo enfoque donde la escuela está en todas partes y se adapta a las participantes según sus motivaciones y preferencias. La UNESR, con un nuevo Magíster Robinsoniano y mediante el uso de las TICs, socialmente, pretende incorporarse plenamente a la Refundación de la República.

Vale destacar que según Naranjo (2005, p. 32), desde el año 2005 se viene realizando un proceso de transformación y adecuación del currículo nacional del sistema educativo venezolano, a través del cual se pretende dar respuestas a las innumerables demandas planteadas en el sistema escolar nacional para cumplir con la preparación del nuevo ciudadano republicano establecido en la Constitución de 1999. Estos cambios plantean un escenario en el campo de las ciencias por área de conocimiento de forma integrada, en sustitución de las disciplinas o asignaturas como se ha venido manejado hasta ahora, lo cual ha generado una serie transformaciones sobre todo en el currículo. No obstante debe precisarse la reflexión de Agazzi (2002, p.12), quien señala que no se pretende que se vea la interdisciplinaridad, como un rechazo de la educación tradicional por asignaturas. Pero hay que acotar que educar con una visión cerrada de las diferentes asignaturas, ya era algo insostenible puesto que la realidad actual de la sociedad, con el avance de las tecnologías de la información y las comunicaciones TIC´s demanda una nueva perspectiva, por lo que no tiene sentido que cada una de ellas se enseñe y aprenda sin relacionarlas con un horizonte más amplio de conocimientos y de experiencias existenciales. De allí, la importancia de la maestría en Educación Robinsoniana, para la formación de docentes que puedan emplear las innovaciones pedagógicas y tecnológicas para propiciar la formación de nuevos republicanos.

Además, conviene hacer énfasis en los Fundamentos del Diseño Curricular en los que se sustenta la Maestría, los cuales direccionan una política formativa innovadora para una generación de relevo, capaz de constituirse en la punta de lanza para la transformación social y política de un país que se encuentra en constaste transformación. Según Díaz de Mariña (2008):

En la Maestría Robinsoniana el proceso de investigación sociocomunitaria constituye un aspecto central en la formación de los participantes, focalizándola desde una visión holística y crítica que destaca la intersubjetividad y por tanto la creación de propuestas que identifiquen soluciones viables y reflexivas a problemas y necesidades de la comunidad considerando su pertinencia, acción participativa y producción social. Conducirá a: (1) Dar respuesta a las demandas de la comunidad a través de la generación de proyectos sostenibles. (2) Acompañar el proceso para planificar, ejecutar y controlar por parte de las organizaciones comunitarias los proyectos que se demanden. (3) Resignificar si es requerido, la concepción de las líneas en torno a la realidad de las comunidades y revisar sus procesos investigativos, técnicas y abordajes epistemológicos. (4) Reconocer al ciudadano como sujeto histórico transformador de su propia realidad y cuestionador de los límites dogmáticos como parte de las corrientes de pensamiento educativo (p. 1).

Esto implica, que desde la universidad se plantea desarrollar investigación dando cabida a aspectos que apuntan a lo esencialmente humano, pudiendo señalarse la producción de significados y las relaciones intersubjetivas; las acciones sociales y sus relaciones con los contextos sociales; los valores, las motivaciones, los sentimientos; los procesos de resistencias, identidades, vivencias y creencias, que permitan formar investigadores sociales, humanistas, críticos comprometidos con las transformación de las comunidades.

Sin dudas, desde la universidad se está creando el debate académico, la participación comunitaria, la producción intelectual para que se generen soluciones a los problemas de los entornos universitarios y comunitarios, mediados con las TICs e impulsados por el ideario de maestro Simón Rodríguez hacia una mejor calidad de vida a nivel local, nacional y latinoamericano.


REFERENCIA BIBLIOGRAFÍA

Agazzi, E. (2002). El desafío de la Interdisciplinaridad: dificultades y logros. Universidad de Navarra, Departamento de Filosofía. Proyecto de investigación "Interdisciplinaridad desde la filosofía de la ciencia". Navarra, España. Recuperado el 04 de mayo de 2007 de,
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